Cuando tenemos dientes torcidos, o la mandíbula superior de diferente tamaño a la inferior debido a una mala alineación de los dientes o incluso espacios entre los dientes muy definidos, podemos empezar a pensar en utilizar aparatos o frenillos.
En muchos casos el uso de aparatos es vital para la funcionalidad y la salud bucal pero en otros casos sólo se trata de un tema de estética. Sea cual sea nuestro caso si creemos que necesitamos usar frenillos debemos acudir a nuestro odontólogo para que nos remita a un ortodoncista si es necesario.
Generalmente los casos de malformaciones en los dientes se tratan a una edad temprana, cuando somos niños, pero si aún no lo hemos hecho no hay ningún problema, el tratamiento puede llevar un poco más de tiempo pero los dientes tienen la capacidad de reajustarse independientemente de la edad. Quizás queramos arreglar nuestros dientes por un tema de estética, para vernos bien en nuestro trabajo o simplemente porque nos gusta o necesitamos tener una buena presentación. El tratamiento con aparatos normalmente suele durar entre 18 meses a dos años. Si le molesta la idea de tener aparatos de metal o no le gusta como se ven, no se preocupe que existen increíbles nuevas tecnologías en esta área, frenillos transparentes casi invisibles o aparatos que se colocan por detrás de tus dientes pasando desapercibidos.
Los frenillos ejercen presión proveniente de alambres y brackets diseñados especialmente para cada caso moldeando la dentadura a la posición deseada a medida que pasa el tiempo. La duración del tratamiento depende de la condición bucal del paciente, si sigues el tratamiento recomendado por tu ortodoncista verás increíbles resultados.
Tu ortodoncista va ir haciendo pequeños ajustes en los frenillos para regular la cantidad de presión que se está ejerciendo sobre tus dientes. Estos ajustes pueden generar un poco de incomodidad y a veces ser un poco dolorosos hasta que tus dientes se acostumbren a la nueva presión que se está ejerciendo. Si lo deseas puedes tomar algún remedio para el dolor como ibuprofeno o paracetamol. Si el dolor es mucho y persistente habla con tu ortodoncista ya que es probable que se tengan que modificar los ajustes.
Es muy importante que lleves una buena rutina de lavado si estás utilizando frenillos ya que los restos de comida suelen quedarse atrapados en ellos, y si no los lavas bien tienes una alta posibilidad de generar caries. Tu ortodoncista te va a indicar las correctas técnicas de lavado de tus frenillos y como limpiar alrededor de ellos. Quizás se te recomiende también evitar algunas comidas pero eso depende de cada caso.
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