Tener mal aliento no es agradable, pero si lo tenemos que podemos hacer con él? El mal aliento no es una enfermedad, pero sí es un síntoma de un problema preexistente. Puede ser causado por una mala dieta, una higiene dental deficiente o por problemas de salud. Es importante mantener un buen aliento en muchas situaciones y eventos, como una entrevista de trabajo, y no es tan difícil como crees, sólo debes informarte y leer estos consejos.
1. Enjuágate con agua. Aunque suene muy simple, enjuagarte después de cada comida puede ayudarte a remover restos atrapados en los espacios interdentarios y encías. También ayuda a regular y balancear el PH bucal después de haber ingerido comida o bebidas ácidas.
2. Usa enjuagues bucales. Vale la pena andar con uno de éstos a mano, los enjuagues bucales reducen la placa dental (acumulación de microbios en la boca) ya que es un antiséptico. Muy útil para después de cada comida.
3. Cepilla tus dientes. Lo ideal es que te cepilles después de cada comida, pero por lo menos hazlo 2 veces al día. Al cepillarte los dientes, es recomendable que primero lo hagas sin pasta dental durante dos minutos con una correcta técnica de lavado, enjuagarte, y después proceder a cepillarte con pasta dental. Lo más importante es el cepillado y no la pasta dental, aún así la pasta dental tiene efectos beneficiosos sobre tus dientes, los fortalece y previene la aparición de caries y el mal aliento.
4. Bebe mucha agua. Beber agua ayuda mucho para evitar el mal aliento. Al mantener las glándulas salivales bien hidratadas estas generan saliva contenedora de grandes cantidades de oxígeno, el cual mata las bacterias que puedan estar almacenadas en tu boca. Lo ideal es consumir 3 litros al día.
5. Cepíllate la lengua. Usa cepillos linguales, están diseñados para remover cualquier bacteria almacenada en tu boca. Las bacterias generan sulfuro que es el responsable de casi todos los casos de mal aliento. El cepillo de dientes no es 100% eficiente en lo que a remover bacterias se refiere, así que es muy recomendable que uses uno de estos. Usa tu cepillo lingual al menos una vez al día, idealmente antes de ir a dormir.
6. Masticar vegetales y frutas. La manzana, el apio, y la zanahoria son ejemplos de alimentos fibrosos que pueden ayudarte a eliminar la placa dental almacenada en tu boca. También incrementan la producción de saliva.
7. Consume aceites esenciales. Los aceites esenciales son antimicrobianos, matan las bacterias responsables del mal aliento y inhibe su crecimiento. Los aceites esenciales más potentes son provenientes de las hojas de laurel, la canela, los clavos de olor y el tomillo. Intenta incorporarlos en tu dieta diaria.
8. Consume palta. La palta mejora el dolor de encías y es muy eficiente lidiando con la descomposición intestinal (una de las causas del mal aliento). También ayuda a cambiar la flora intestinal para combatir problemas digestivos.
9. Semillas de hinojo. Las semillas de hinojo estimulan la producción de saliva (la cual lava y arrastra las bacterias). También tienen otras características interesantes como propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, descongestivas y antiespasmódicas.
10. Zinc. La deficiencia de zinc puede ser una de las causas del mal aliento. Este mineral es antimicrobiano y ayuda a la neutralización y eliminación de gérmenes dañinos. Alimentos que contienen zinc: semillas de calabaza, ostras, carne de vacuno y la espinaca.
11. Usa peróxido de hidrógeno. El peróxido de hidrógeno es muy efectivo a la hora de eliminar bacterias y gérmenes y por tanto muy efectivo para eliminar el mal aliento. Puedes comprar peróxido de hidrógeno 3% en cualquier farmacia. Mezcla una medida de peróxido de 3% con dos medidas de agua y enjuaga tu boca durante dos minutos. Asegúrate de no tragar la sustancia.
12. Consume leche entera. La leche entera tiene más grasa que la leche descremada, y la grasa ayuda a neutralizar el sulfuro que causa el mal aliento. Consumir helado es igual de efectivo, aunque no es muy beneficioso para tus dientes debido al alto contenido de azúcar.
13. Consume alimentos probioticos. Un sistema digestivo deficiente puede generar excesos de gases, muchos de los cuáles se liberan por la boca. Consume alimentos probioticos (como el yogurt) o suplementos para regular la flora intestinal.
14. Visita a tu dentista. Si eres fumador, diabético o padeces enfermedades en las encías asegúrate de visitar a tu dentista cada 3 o 4 meses. Si no tienes ninguna de estas condiciones, siempre es bueno visitar a tu dentista 2 veces al año para hacerte una limpieza profesional y asegurarte de no tener caries.
15. Evita el consumo de alcohól. El consumo de alcohol te deshidrata y por lo tanto reduce la cantidad de saliva en tu boca. La función de la saliva es barrer los gérmenes que se almacenan en la boca y al estar deshidratados esta función se ve afectada.
16. Evita la cafeína. La cafeína al igual que el alcohol retrasa la producción de saliva. Adicionalmente, el contenido sulfúrico del café puede generar que la bacteria produzca olor.
17. Evita el ajo y la cebolla. Reduce el consumo de cebolla y ajo. A pesar de que tienen excelentes propiedades antibacteriales, el ajo y la cebolla tienen alto contenido sulfúrico similares a los producidos por las bacterias anaeróbicas que causan el mal aliento.
18. Evita consumir alimentos secos muy salados. El consumo reiterado de comida rápida y de mala calidad puede disparar el mal aliento. Debido a que la mayor parte de este tipo de comida carece de los minerales y vitaminas que la boca y el cuerpo necesitan para mantenerse funcionando apropiadamente, los gérmenes y bacterias son capaces de prosperar y causar problemas. Este tipo de alimentos son difíciles de digerir debido a sus ingredientes, por tanto, las toxinas son liberadas a través de los poros y muchas veces a través de la boca, causando mal aliento.
19. Evita bebidas con alto contenido de azúcar. El azúcar motiva la aparición de bacterias bucales, produciendo mal aliento. El consumo reiterado de este tipo de bebidas puede favorecer a la aparición de caries.
20. Evita fumar. Tras fumar un cigarrillo, partículas del humo se quedan reposando en la garganta y los pulmones, y eso causa mal aliento de la forma más inmediata. El olor de un cigarrillo puede quedar reposando durante horas en los pulmones. Inhalar repetitivamente gases calientes seca la lengua y las encías favoreciendo un ambiente seco que es ideal para la proliferación de bacterias bucales.
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